miércoles, 19 de octubre de 2016


AVANCES EN LA CARRERA ESPACIAL PARA LA VIDA COTIDIANA



Las herramientas sin cable, como el taladro inalámbrico, fueron diseñadas para que los navegantes  pudieran taladrar las rocas lunares.
El código de barras, presente hasta en el más pequeño objeto de consumo, fue originalmente desarrollado por la NASA para controlar los millones de piezas destinadas a viajar al espacio que fabricaban.
De gran ayuda para los padres de las recientes generaciones son los pañales desechables, con gelatina absorbente que lograba un balance térmico de los trajes espaciales, además de solucionar un grave problema.
También en la el mundo espacial se utilizaron por primera vez los detectores de humo para detectar cualquier vapor tóxico. Y los tejidos resistentes al fuego, presentes en los uniformes de los bomberos, cortinajes y asientos de salas de cine o de actos entre otros, surgen de las investigaciones realizadas para proteger los circuitos eléctricos de los cohetes.
Los sistemas de ahorro de consumo de energía, utilizado en los refrigeradores, ordenadores y otros aparatos eléctricos domésticos, fué desarrollado para los satélites espaciales.
Algunas de las técnicas de desinfección empleadas en los principales centros hospitalarios del mundo fueron pensadas para los vuelos al espacio.
 El láser, en sus inicios, fue utilizado en el espacio para realizar test de distancia. Hoy es empleado ampliamente en la medicina y en la industria.
Los clásicos; el teflón, que repele el agua y está presente en nuestras sartenes y tapicerías, además de en múltiples aplicaciones industriales se inventó para recubrir la nave Saturno V, y el cierre de velcro, para resolver el problema, había que inventar un pegamento que permitiera dejar la libreta y el bolígrafo fijados en alguna parte. Tenía que ser sólido, ya que un pegamento líquido se hubiera ido flotando en un racimo de gotas tras el bolígrafo. Y tenía que ser reversible, para poder despegar lo que se había pegado, y para poder volverlo a pegar después. Se utiliza ahora para abrochar ropa, soportar paneles en los vagones de trenes, zapatos sin cordones….
Otras aplicaciones surgidas de la exploración espacial son la televisión y comunicaciones por satélite, los ordenadores portátiles, el aprovechamiento de la energía solar, sistemas de depuración y potabilización del agua, etc. .
En la medicina y la salud.
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Las termografías multicolor, que permiten una representación del cuerpo humano en colores según su temperatura, son un producto de la era espacial. También es utilizada por la industria. Otras técnicas médicas de diagnóstico por la imagen también comparten esos mismos orígenes.
El termómetro digital que carece del tóxico mercurio, detecta la energía infrarroja que emite el oído, se diseñó para medir la temperatura de los astronautas en cuestión de segundos.
El dentífrico comestible, (la pasta de dientes infantil), tal y como lo conocemos ahora, se desarrolló para su uso en el espacio..
Los alimentos deshidratados y liofilizados, como algunas papillas infantiles o el café soluble, se idearon para alimentar al hombre en el espacio, y el microondas para que calentara sus alimentos.

La actual  insulina que utilizan los diabéticos previenen de las que utilizaban los astronautas para proporcionarse las vitaminas necesarias para soportar la vida en el espacio.

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